La región belga de Flandes recibió 100.000 mascarillas defectuosas de Colombia, empaquetadas con cereales y plátanos y contaminadas con excremento de animales, que las autoridades han decidido no utilizar para equipar al personal sanitario.

"Resultó que no venían de China, como decían, sino de Colombia. Fueron empaquetados en cajas de plátanos y cereales de maíz usadas, que es lo contrario de las regulaciones. En una caja, encontramos excrementos de animales", explicó este martes el director del hospital de Amberes RevArte, Ludo Splingaer, que no reveló el nombre de la empresa vendedora.
En declaraciones al diario De Tijd, que ha podido consultar las comunicaciones intercambiadas entre los hospitales y la agencia sanitaria flamenca (Vlaams Agentschap Zorg en Gezondheid) se notifica que las mascarillas FFP2 ni son de buena calidad ni están certificadas.
No es el primer problema que tiene Bélgica intentando importar mascarillas, después de que el Gobierno diera marcha atrás en la compra de un lote de 5 millones de unidades de alta protección (FFP2) en Turquía a través de una empresa francesa por un supuesto cambio en las condiciones de compra.