Era su primer día de trabajo y había mucha expectativa por los resultados que podía obtener
Imagen tomada de internet.

Un ciudadano venezolano llegó pidiendo trabajo en un negocio de venta de petos en Santa Marta, Magdalena y ante la insistencia los propietarios decidieron darle la oportunidad, sin pensar que serían víctimas de un robo silencioso.

Era su primer día de trabajo y había mucha expectativa por los resultados que podía obtener, pues el hombre demostró la necesidad que tenía de empezar a ganar dinero para sobrevivir.

Al nuevo vendedor le entregaron una olla llena de peto y lo dotaron de un triciclo para facilitar el trabajo. Al paso de las horas el hombre no regresó y se llevó el producto y las herramientas.

Ahora el hombre es buscado por los propietarios del negocio para que devuelva lo que se llevó.