Las alarmas se encuentran encendidas en el municipio de Tuluá, departamento del Valle del Cauca, donde en las últimas horas fue hallada una cabeza humana dentro de una bolsa que fue lanzada al antejardín de una vivienda, ubicada en el corregimiento de Aguaclara.


Los moradores de la zona al avistar el extraño envoltorio decidieron abrirlo y se encontraron con la desgarradora escena: hasta el momento han precisado que se trata de Santiago Ocho, un joven de 23 años de edad, quien hacía parte de la primera línea durante las manifestaciones del paro nacional en Tuluá.

Las versiones que manejan en redes sociales y que han sido reseñadas por medios nacionales dan cuenta que el infortunado había salido de su casa el pasado fin de semana y no se supo más de él.

Comentan que presuntamente fue raptado por funcionarios del Esmad, pero esta información no ha sido confirmada por ninguna autoridad policial ni gubernamental.

Indican que los sujetos que lanzaron la cabeza se movilizaban en una motocicleta de color negro, pero no se ha logrado dar con sus identidades.

Ante los fuertes señalamientos en contra de la institución policial, salió al paso el coronel Jorge Urquillo, quien aseguró que los miembros del Esmad no tienen nada que ver con la desaparición y posterior decapitación del joven Santiago Ochoa, porque no han realizado procedimientos en el municipio, acotó que desde la Policía ofrecen una recompensa de 10 millones de pesos para quien ofrezca información sobre el paradero de los responsables de este crimen.

El coronel dijo que unas comisiones de la Fiscalía junto con Medicina Legal se encuentran realizando el proceso de identificación de la víctima.